Agosto 2025
Quise escribir esta editorial, desde el punto de vista personal. Recientemente cumplí 70 años y uno realiza una evaluación de lo que ha sido su vida profesional y personal durante ese periodo.

Hay cosas buenas y malas, pero el balance es absolutamente positivo. He tenido una buena relación de logros profesionales con el esfuerzo realizado. He llegado muy arriba desde el punto de vista de desarrollo científico y clínico, de práctica quirúrgica, grados académicos y participación en Sociedades Científicas, entre otros.
Tuve la oportunidad de formarme en centros de excelencia de Chile, USA, Francia y Bélgica. En el momento del balance, deseo destacar: haber estado a cargo de los dos Programas de Trasplante Hepático del Sistema Público de nuestro país, con la participación en alrededor de 800 trasplantes, con muy buenos resultados, el haber trabajado en lo que me gusta tanto en la parte pública como privada y haber servido en Médicos sin Fronteras y otras organizaciones nacionales e internacionales de operativos médicos y ayuda humanitaria.
He participado en la formación de más de 140 cirujanos y centenares de alumnos de pregrado, habiendo aprendido también de ellos.
En lo personal, me casé ya mayor, por lo que tengo un hijo de sólo 12 años, pero con la ventaja de tener el tiempo necesario para ocuparme de él y de sus necesidades. Mi esposa es una mujer extraordinaria y me ha acompañado y apoyado en todo.
Sólo quiero dar las gracias a Dios y a la vida.
Me atrevo a citar una frase del Padre Alberto Hurtado S.J., que me interpreta plenamente: “Contento Señor, Contento”.