Diciembre 2021

 

Recientemente ha fallecido un destacado cirujano que fuera distinguido como Maestro de la Cirugía Chilena, el Dr. Juan Reyes Frías.

 

Fue el profesor encargado del  Programa de Formación en Cirugía General de la Universidad de Chile, por muchos años.

Técnicamente era muy meticuloso y elegante, era calmado y de resoluciones rápidas pero jamás apresurado. Lo que más lo distinguía era el enfoque global de los pacientes. Sabía mucha medicina interna lo que confería una mayor capacidad de análisis.

Se inició como cirujano cardiovascular, siendo de los primeros en Chile en esa disciplina. Posteriormente viró hacia la cirugía biliopancreática, donde estuvo a cargo de la jefatura de ese equipo durante muchos años.

Estudió en Francia, donde aprovechó de realizar algunos cursos de gastronomía. De gustos refinados, tenía dotes culinarios extraordinarios. Gran anfitrión. Para los que tuvimos la suerte de compartir con él pudimos gozar de sus exquisitas atenciones y sus sabrosas anécdotas.

Al momento de fallecer, a los 89 años, todos los que fuimos sus discípulos y  muchos que, sin serlo, lo conocían, manifestamos nuestro profundo pesar. Sin embargo, en el momento de asistir al funeral, en un gran espacio abierto en un cementerio, sólo cuatro cirujanos nos encontrábamos presentes, tres de ellos habríamos sido sus discípulos. El resto eran familiares. ¿Qué puede llevar a que una persona, tan importante y supuestamente muy querida, tenga tan poca concurrencia en su funeral?.  Pueden haber muchas razones; las restricciones del COVID, que no eran tales pues en espacios abiertos, había más aforo, el desconocimiento o la falta de interés.

Pero lo que más temo es que sea producto de otra situación, resultado de los tiempos que vivimos, donde todo el mundo desea satisfacciones inmediatas a sus requerimientos, donde la mayoría sólo se fija en sus intereses, donde el compromiso es escaso y el egoísmo es mucho, donde nada se obtiene a cambio de la asistencia al funeral de un anciano cuyos mejores tiempos ya pasaron.

Lo que no entienden es que las sociedades libres y sanas se construyen en base al legado de múltiples pequeños héroes, que construyen una historia, que cimientan tradiciones,  que son como andamios, que sumados a los que vienen, permiten alcanzar grandes alturas o metas que parecían inalcanzables.

Fuimos pocos a su despedida final Dr. Reyes, quiero creer que muchos lo recordaron desde la comodidad de sus casas y que otros no suspendieron sus cirugías pensando en que el servir a sus pacientes era la mejor forma de honrar a su persona y a su legado.