Enero-Febrero 2011

 

Para muchos en nuestro país el 2010 fue un año para olvidar. En Febrero se produjo uno de los terremotos, asociado a maremoto, más grandes de la historia de nuestro país. Hubo más de 400 muertos y miles de damnificados. Aún no se logra una recuperación completa de los daños. Los hospitales de las zonas más afectadas no han podido recuperar el nivel de actividad previo al sismo, lo que se traduce en déficit de atención y aumento de listas de espera. <strong>Dr. Mario Uribe, Editor.</strong>

 

A mediados de año un derrumbe en una mina en el norte de Chile dejó a 33 mineros atrapados por alrededor de 2 meses a más de 700 metros de profundidad. Afortunadamente un complejo, y del alto costo, operativo de rescate permitió subirlos a la superficie sanos y salvos.

Casi al finalizar el año, por razones que aún se investigan, se produjo un incendio en una de las cárceles más sobrepobladas de la capital. La imposibilidad de los reos para escapar dejó un saldo de más de 80 víctimas fatales.

Estos 3 singulares dramas, de diferente origen, han obligado a efectuar una profunda revisión de los sistemas de respuestas para emergencias en algunos casos y de las normativas y condiciones de trabajo en otros. Cabe preguntarse cuántas otras tragedias serán necesarias para desnudar aquellas áreas, hasta el momento desconocidas, que precisan pronta atención para evitar desastres como los anteriormente mencionados. Una acuciosa revisión de estas materias debe realizarse a la brevedad para evitar futuros daños irreparables.

Se fue el 2010 y comienza el 2011. Esperamos que este año sea mucho mejor en todos los sentidos y que no tengamos que lamentar ninguna desgracia de proporciones.

Santiago se viste de verano. La ciudad lentamente se vacía y se comienzan a llenar los balnearios y centros vacacionales. La baja el dólar permite que muchos compatriotas salgan del país a gozar de un merecido descanso.

Felices vacaciones. Feliz año 2011. Será hasta Marzo.