Febrero 2021

 

Es imposible no continuar con el tema del COVID-19.

 

Chile inició su campaña masiva de vacunación, la que se ha realizado a un ritmo de más de 100.000 personas diarias.  He sido bastante ordenado, de acuerdo a las prioridades establecidas por el Ministerio de Salud.

Se inició la vacunación de personal de la salud, los grupos etarios mayores  y posteriormente  con personas con patologías asociadas o dedicadas a actividades sustanciales para la marcha del país.

Sin embargo, desgraciadamente, no ha faltado un grupo de personas que, aprovechando deficiencias en la organización ha aprovechado este espacio para vacunarse antes de lo que deberían.

Tampoco faltan los que han utilizado sus influencias para conseguir la vacuna. Existen casos comprobados en países vecinos en que altas autoridades políticas y de los respectivos ministerios de salud, se vacunan en forma ilegal, aprovechando sus contactos e influencias. Otros se apropiaron de vacunas destinadas a estudios clínicos para inocularse.

Esta lamentable situación es inaceptable y debe ser aclarada y sancionada con la máxima severidad.  Algunos han pagado un precio político, debiendo renunciar a sus cargos, otros se mantienen en la impunidad.

Por otro lado cabe una importante reflexión en relación al respecto de las leyes y del derecho cuando está en juego la vida de los ciudadanos. El acatar las leyes y reglamentos puede llegar a ser la excepción más que las reglas en situaciones extremas.

Como para meditarlo.