Julio 2015

 

La accesibilidad a la salud es un problema no resuelto en nuestro país. Especialmente por la oportunidad en la atención.

 

El principal problema que tiene el sistema público es su gran endeudamiento, que crece día a día y que hace que se hagan planes de ahorro que, muchas veces perjudican a los pacientes.

Es cierto que se debe ser lo más eficiente en la utilización de recursos tanto físicos como humanos, pero existen algunos hospitales, que frente a una abultada deuda han comenzado a bajar los contratos médicos, con la consiguiente disminución de la calidad en la atención.

En muchos Servicios de Urgencia no se contratan médicos reemplazantes en caso de que alguno salga de vacaciones o se encuentre enfermo. Esto enlentece la atención y aumenta la capacidad de trabajo de los que se encuentran en turno.

Es decir, que se debe trabajar el doble cuando no se está de vacaciones.

Otro problema muy serio es las largas listas de espera. Paciente que no tienen patologías AUGE, deben esperar meses, e incluso años para ser atendidos.

No es infrecuente que enfermedades malignas progresen, haciéndose su tratamiento más difícil, más caro y con un peor pronóstico para el paciente.

A esto hay que sumarle las bajas remuneraciones que aumentan la migración de profesionales al sector privado, impidiendo mantener a los mejores profesionales en el área pública.

Hay que hacer cambios en salud.

Un periodo presidencial de cuatro años es a todas luces insuficiente para implementarlos. El péndulo político de la centro derecha a centro izquierda (ya nadie se atreve a reconocer que es de derecha o izquierda a secas) hacer que las políticas públicas del sector, varían de un lado a otro cada cuatro años.

Se precisa un gran acuerdo político Nacional. Un plan de salud a veinte años, consensuado por todos los sectores políticos, que se mantenga en el tiempo y que el gobierno de turno tenga la obligación de implementar y continuar.

Sólo así podemos ver avances en Salud.
 

Prof. Dr. Mario Uribe
Editor