Julio 2017

 

Se inicia la época de Congresos en nuestro país y continente. Desde agosto a diciembre hay múltiples actividades científicas de diversas índoles, cursos, congresos, seminarios, etc.

 

Los Congresos de cirugía han ido cambiando en el tiempo. Las grandes exposiciones magistrales han abierto el espacio a presentaciones más simples, pero basadas fundamentalmente en imágenes.
La discusión de casos clínicos y los videos de técnica quirúrgica, son los más solicitados y cuentan con una mayor asistencia.

La simulación, donde el alumno puede ensayar una determinada técnica, en un modelo especialmente diseñado para ese fin, es otro elemento que se ha incorporado a los congresos, con una elevada asistencia.

En resumen, lo que los cirujanos, ya formados o en alguna etapa de aprendizaje de su carrera desean, es acceder en forma práctica al conocimiento que reproduzca, de alguna forma, una situación clínica especial.

Es por ello que los organizadores de congresos y sus docentes deben cambiar el enfoque a un enfrentamiento netamente práctico.

Toda esta nueva forma de enfocar la enseñanza médica, se traduce en que cirujanos más jóvenes están especializados en enfrentar situación clínicas más complejas. Ya no es absolutamente necesario el tener que esperar, muchas veces años, para que se repita el caso de un paciente portador de una condición clínica infrecuente.

Por supuesto que todo lo anterior debe ser acompañado de un sistema de evaluación adecuado, de manera que cuando el cirujano en formación enfrente una situación clínica nueva, tenga el conocimiento adecuado y la capacidad para resolverla.

Los tutores, cirujanos de mayor experiencia, con el estado actual de conocimiento, siguen siendo imprescindibles para guiar el desempeño técnico y clínico de los cirujanos en formación.
Esa responsabilidad, a nivel de los grandes centros formadores, sigue siendo ineludible.

Dr. Mario Uribe
Editor.