Noviembre 2012

 

A fines del mes de Octubre recién pasado, se realizaron las elecciones municipales, es decir se elegían alcaldes y concejales a lo largo de todo el país.

 

Había mucha expectación porque aunque este tipo de elecciones no concita un interés tan importante como el de la de diputados, senadores o sobre todo la presidencial, debutaba un nuevo sistema electoral con inscripción automática y voto voluntario. Esta innovación (versus el sistema antiguo de inscripción voluntaria y voto obligatorio) fue motivo de un gran debate, entre los partidarios de la libertad completa de participación o no en estos actos cívicos, versus los que consideran que los ciudadanos junto con tener derechos, tenemos deberes y el votar es un deber de todos los chilenos mayores de edad.

Primó la primera posición, sustentada por aquellos que creían que aumentaría en forma significativa el número de votantes. Esta situación no se produjo, comprobándose cifras alarmantes de abstención, que en muchos casos superan el 50% y en algunas mesas el 100%. Es decir no votó nadie.
Independiente de la posición que alguien pudiera tener al respecto, estos resultados no satisfacen a nadie.

Por cierto que faltó educación. Es más, hace tiempo que falta educación cívica sobre deberes y derechos ciudadanos en nuestro país.

Pero las sorpresas no terminaron ahí. En varios municipios de alta figuración nacional y mucha importancia política, los actuales alcaldes quienes, supuestamente ganarían en forma fácil la elección, la perdieron.

No es que sus adversarios hayan sumado demasiados más votos que los históricos con que había sido electos, sino que ellos disminuyeron en forma significativa el apoyo con que contaban. ¿Es que habían perdido el apoyo ciudadano? Probablemente no, sólo que, confiados en resultados anteriores hicieron campañas débiles, de escaso contenido y con la poca presencia personal. En una palabra; se descuidaron.

Si comparamos esta situación con lo que es la práctica de la cirugía, debemos recalcar lo importante que es la preparación constante para enfrentar las operaciones en la mejor forma posible. Se debe estar siempre al día, planificar la técnica, no exponerse a sorpresas y jamás confiarse. Es la única forma de poder realizar siempre lo planificado, de acuerdo a los más altos estándares. Nuestra profesión no permite descuidos, no deja espacio para presunciones. Siempre se debe estar lo mejor preparado posible.

Si no, nos puede pasar lo de los ex alcaldes……

Dr. Mario Uribe
Editor