Octubre 2013

 

El próximo mes de Noviembre entre los días 19 y 22, se realizará en XXVI Congreso Panamericano de Trauma y LXXXVI Congreso Chileno e Internacional de Cirugía.

 

El trauma fue definido hace algunos años como la epidemia olvidada del siglo XX. Su incidencia y mortalidad no han variado en forma significativa durante los últimos años. Sin embargo, los avances en el rescate, la atención inicial, la técnica quirúrgica y los cuidados intensivos han significado una mejoría en los resultados de este tan importante grupo de pacientes.

Siempre recuerdo, con bastante pena, que siendo residente de primer año de cirugía, por allá en los 80, recibimos una mujer joven que había caído de un segundo piso. Cuando la examinamos la paciente tenía una tetraplejia. En esa época no existía el collar cervical ni las tablas espinales. Los sistemas de rescate eran muy precarios. Nunca sabré si la lesión medular de dicha paciente se produjo producto de su caída, o secundario al traslado desde el sitio del accidente a la ambulancia y de ésta a la camilla de examen.

En esa época tampoco existía un número telefónico, único, gratuito, de 3 cifras y fácil memorización para llamar a los servicios de rescate y ambulancia. En efecto, cada comuna tenía números diferentes de 5 o 6 cifras que uno debía buscar por interminables minutos en la guía telefónica para acceder al servicio deseado.

Han pasado muchos años desde entonces. El Capitulo Chileno del Colegio Americano, ha instruido a miles de médicos en lo que respecta a la atención inicial del paciente politraumatizado. Nuestra sociedad se ha organizado de manera de poder contar con adecuados sistemas de rescate, con una mejoría importante en los sistemas e atención prehospitalaria.

A medida que pasa el tiempo, los cirujanos que dedicamos importantes etapas de nuestras vidas a la atención y difusión de los conceptos para mejorar la atención en trauma, nos hemos ido dedicando a diferentes áreas de especialización quirúrgica, lo que a veces redunda en que nos hacemos una falsa impresión de que el problema ha ido disminuyendo. Lamentablemente no es así, y las nuevas generaciones de cirujanos, que trabajan en los servicios de urgencia metropolitanos y rurales, enfrentan esta realidad en el día a día.

Es por ello, que en mi calidad de Presidente de la Sociedad de Cirujanos de Chile, deseo invitarlos a este importante evento científico-social que se desarrollará en Santiago en las fechas señaladas. Destacados especialista nacionales e internacionales realzarán este Congreso.

Los esperamos.

Prof. Dr. Mario Uribe
Editor