Octubre / Noviembre 2024

 

Estos meses han sido, y son, tiempo de elecciones. En importantes países del primer mundo, otras en nuestro país y, a un nivel más local, ahora las elecciones de la Sociedad Chilena de Cirugía.

 

Se puede criticar a los ganadores en cuanto a sus características personales, el  tipo de campaña, si tiene las condiciones éticas o no para ejercer los cargos los que fueron electos y un largo etcétera.

Sin embargo, lo que  la mayoría de los electores espera son dos cosas fundamentales; la primera es que lo interprete en sus intereses y, lo más importante, es que sea confiable. Sobre éste último punto tuvimos una destacable, y sorprendente, experiencia. Una candidata, que contaba con aproximadamente el 80% de  los votos en las encuestas, postulando a un cargo alcaldicio, fue duramente criticada por recibir un  millonario sueldo sin haber realizado las labores para las que había sido contratada, delegando sus funciones en personas de menor jerarquía académica. Hubo gran conmoción al respecto y, finalmente, le costó la elección, perdiendo estrepitosamente, pero no tanto como se hubiera esperado. Es decir, volviendo al tema de por qué vota la gente, muchos consideraron que, pese a que los interpretaba, no era una persona confiable. Otros sin embargo, privilegiaron su voto, manifestando que era una persona confiable o que no les importaba lo que hubiera realizado o que eran faltas menores, o no las eran. Discutible, pero a veces es mucho más importante la consideración de que los interprete en sus ideas o en sus intereses particulares versus otras consideraciones.

Ahora se acercan las elecciones de la Sociedad de Cirugía de Chile. Ambos candidatos a la presidencia, un hombre y una mujer, tienen una larga trayectoria en el ámbito quirúrgico nacional, por lo que probablemente los Programas que presenten cada uno y la apreciación sobre sus liderazgos serán los factores más importantes en el momento de concretar la intención de voto.