Septiembre 2025
En septiembre, además de que se inicia la primavera, se recuerda el aniversario de nuestra independencia. De eso ya han pasado muchos años. Sin embargo, también es un aumento para reflexionar sobre lo que debemos hacer, como ciudadanos, para cuidar nuestra democracia.

Ha sido bastante lamentable observar a muchos políticos, durante décadas, orientar su quehacer a intereses personales y no a lo que el país necesita. Además, con un cambio de gobierno cada 4 años es imposible planificar a futuro políticas que se mantengan en el tiempo, especialmente cuando lo más frecuente ha sido que, en los últimos años, no sólo cambia el gobierno, sino su orientación política, en forma pendular.
Chile necesita planificación y legislaciones acordes, de consenso en temas tan importantes como salud, educación, migración, prevención, entre otros.
La discusión democrática, con altura de miras, es lo que precisa nuestro país. Ya hemos tenido la triste experiencia de una dictadura, a la que se llegó, en parte importante, por la incapacidad de dialogar, de transar y de buscar soluciones en común de los líderes de la época.
Viene una nueva elección presidencial y al nivel del debate, con descalificaciones frecuentes y con poca visión de futuro de varios de los candidatos, concentrados más en destruir al contrincante que en crear una visión país, preocupa mucho.
Sin embargo, debemos tener optimismo sobre el devenir. Un aspecto preocupante, sobre el que se debe trabajar, es la indiferencia de la juventud en temas políticos. Esto hace que haya escasa participación en las elecciones y en otras instancias democráticas. Hay gran indiferencia. No se involucran en las decisiones que les atañen y, cuando están en desacuerdo, son grandes opositores a la institucionalidad y sus decisiones. En resumen, son una gran fuerza crítica, pero con escasos aportes. Se necesitan cambios importantes en la educación para motivar, e integrar a estos jóvenes a las grandes decisiones nacionales, de manera responsable.